Los precios del combustible son altos y la competencia es feroz. Su primera respuesta a esta adversidad puede ser tomar atajos. Atajos, especialmente en lo que se refiere a la recuperación de cartera vencida, debería ser la última cosa en su lista de posibles soluciones.
Cada vez que usted realiza un flete a crédito, su empresa mete su mano a su bolsillo y le da a su cliente un préstamo libre de intereses igual a la cantidad del flete. Si su cliente tiene deudas más urgentes para pagar, usted corre el riesgo de tener que esperar más allá del plazo del crédito autorizado, hasta 120 días o más, a veces mucho más.
¿Puede permitirse el lujo de esperar, o posiblemente perder el dinero que ha invertido en la carga?
En el peor de los casos:
– Su empresa tiene que realizar entre 16 y 20 cargas para compensar una carga no pagada (Calculadora de fletes no pagados):
- Su empresa es sujeta a un incumplimiento de pago.
- Su empresa invierte dinero en tener que demandar a su cliente (gasto, si no hay recuperación).
- Su empresa sufre una pérdida y la deduce de impuestos.
En el mejor de los casos:
- Su empresa asigna su cuenta vencida a una agencia de cobranza cuando tiene 3 meses de vencida (recomendable), evitando así el incumplimiento de pago al ser recuperado el saldo vencido.
- Su empresa no invierte ni un centavo, ya que los honorarios son cubiertos sólo cuando haya recuperación, cero riesgo.
- Su empresa continúa operando sin problemas de flujo de efectivo.
Cerciórese que los atajos que tome no afecten su flujo de efectivo. Es mejor recuperar el 80% (costo aproximado promedio al contratar a un tercero) de una cuenta vencida y utilizar ese dinero en varios ciclos para seguir produciendo más dinero durante el año que tratar de recuperar el 100% internamente dejando pasar el tiempo, y descapitalizando a la empresa.
En esta economía tan competida, asegúrese de aliarse con agencias de cobranza y firmas de abogados que estén especializados en su industria para recuperar sus cuentas por cobrar vencidas en poco tiempo y sobre todo, con un costo contingente, al éxito.
¡Hasta la próxima!