La industria del transporte de carga es la columna vertebral de casi todas las industrias en México y en el mundo entero; sin embargo, los desafíos que enfrentan han crecido significativamente en los últimos años. La gran mayoría de las empresas transportistas están experimentando una gran presión debido a la competencia, las regulaciones, la fuerza laboral limitada y las crecientes cuentas por cobrar.
Los problemas más comunes que enfrentan las empresas de logística y autotransporte incluyen:
- Gran competencia y continua alza en los costos del diésel.
- Problemas de escasez de conductores y retención de empleados.
- Los clientes actualmente esperan un mayor seguimiento de sus fletes, lo que genera mayores expectativas y falta de voluntad para pagar cualquier gasto adicional.
- Variación significativa de la demanda por los altibajos en los ciclos económicos de sus clientes.
- Inseguridad en la carreteras y corrupción en las instituciones gubernamentales.
- Difícil de implementar mejoras en los procesos comerciales.
- Mandato de ELD y reglas de horas de servicio.
- Controlar los costos operativos.
Pero, por mucho, los mayores desafíos que enfrentan las empresas autotransportistas son las cuentas por cobrar. Otros desafíos comerciales aún son controlables, pero la falta de pago (o el retraso en el pago) por parte de un cliente después de que se haya prestado el servicio puede ejercer una enorme presión.
El autotransportista paga el seguro, salarios de los operadores, diésel, depreciación, “talachas” y los gastos recurrentes, independientemente de que el cliente pague a tiempo o no.
Después de que hayan pasado de 60 a 90 días por falta de pago, se recomienda encarecidamente transferir la cuenta a una agencia de cobranza, de preferencia que se especialice en el transporte de carga.
Una agencia de cobranza adopta un enfoque diplomático para intentar preservar la relación con su cliente. Tienen varias herramientas y estrategias para que los clientes liquiden sus adeudos.
El mayor error que cometen las empresas de autotransporte es esperar más tiempo para recibir el pago, con la esperanza de que les paguen mágicamente. El hecho es que, si un cliente no ha pagado durante 90 días, la probabilidad de que pague se reduce sustancialmente.
La participación de una agencia de cobranza ejerce una tremenda presión sobre su cliente, debido al hecho mismo de que saben que las agencias de cobranza son expertos en cobrar deudas y saben que de no pagar pueden ser reportados a los burós y puede asesorarle para una eficiente recuperación judicial.
Especialmente en estos tiempos, recuerde que, si un cliente no le ha pagado durante 90 días, es tiempo de asignarla para poder contar con mayores probabilidades de recuperación.
¡Hasta la próxima!