Cada año se escucha lo mismo por todas partes: “mis propósitos para este año son…”. Siempre he procurado fijarme metas tanto en lo personal como en el área de trabajo. Es de mi opinión queestablecer metas cada principio de año nos hace mirar hacia el futuro con esperanza y la fijación de objetivos concretos nos ayuda a trazar el rumbo. Esto demuestra que uno no sólo está satisfecho con el día a día y muestra el deseo de mejorar.
El principio de un nuevo año es siempre muy buen momento para establecer las metas a perseguir. Creo que el impulso para querer salir adelante con nuevos objetivos es más fácilmente aceptada por el equipo de trabajo en estas fechas. Hay que aprovechar la mente abierta y flexible y, sobre todo, la motivación que el personal tiene normalmente a principios de año.
Una de las razones por la cual vamos abandonando nuestras metas es la falta de planificación. Las resoluciones pueden ser metas o deseos. La diferencia entre una meta y un deseo es que la meta involucra acción y planificación. El deseo es solo “pensamiento”. El querer incrementar las ventas o el flujo de efectivo es un deseo. El planear en equipo un plan de trabajo para incrementar sus ventas, revisar detalladamente cada mes la cartera de clientes y sus saldos o solicitar cotizaciones de factoraje para sus ventas, es “acción.”
Metas realistas y concretas
Es muy importante que las metas sean realistas y concretas para que sean metas; de lo contrario, son sueños o deseos. Sea lo más concreto que pueda con sus metas y propósitos. “Subir las ventas” es un reto muy pobre, ¿quién no desea esto? En cambio, decir por ejemplo que en 2013 aumentaremos las ventas en un 15%” es más concreto y, por ende, más cuantificable. Esto le ayudará a medir el progreso durante el año, mes a mes.
¿Qué es lo que va hacer para lograrlo?
Las metas deberán incluir los pasos para alcanzarlas. La mayoría de los ejecutivos saben establecer metas pero descuidan el establecer minuciosamente los pasos a seguir para poder alcanzarlas. Aún más importante que la fijación de metas es la programación de pasos y, por supuesto, vigilar que se vayan implementando. Y, ¿por qué no? Que cada logro que el equipo alcance sea reconocido por la empresa, propiciando y manteniendo un espíritu de avance y de éxito.
Lo mío es la cobranza y servicios financieros. En este renglón le sugiero que aproveche estas fechas para establecer o mejorar sus políticas de cobranza, repase y actualice sus cartas y formatos de crédito y cobranza. Le aseguro que si planea bien sus metas, aumentan grandemente sus probabilidades de mejorar en todo sentido, a nivel personal y en su empresa.